martes, 2 de noviembre de 2010

¿Y TÚ QUE PADRE ERES?

PADRE PASIVO

Eres un padre que colabora poco en el cuidado de los hijos, generalmente no asistes a las reuniones del colegio, no haces los deberes con ellos, tampoco les llevas a espectáculos o actividades de ocio, siendo estas tareas realizadas por otros adultos de tu entorno. Esta actitud hace que los niños tampoco cuenten contigo a la hora de proponer planes. En tu casa se está generando una dinámica de no inclusión y los niños están creciendo con un modelo que transmite poca información.
A veces esta actitud por tu parte se está manteniendo debido a una educación machista recibida de tus propios padres en la cual tu padre trabaja y tu madre se hace cargo de los niños, pero también puede ocurrir que esta pasividad suceda por algo más profundo. Puede ser que tengas miedo al fracaso , a hacerlo mal y que tu baja autoestima te impida enfrentarte a una situación de la cual no tienes ningún control. El padre que no se involucra en el cuidado de los hijos y en su educación, carece de mecanismos y de estrategias para hacerlo y en vez de buscar soluciones y ponerlas en práctica se dedica a dejarlo en manos de otros.
Estos niños crecerán con una falta de apego a la figura del padre y con una falta de valores necesarios para generar su propio rol en la edad adulta. Sobre todo el hijo varón echará de menos las enseñanzas de un padre sobre temas relativos a su propio sexo. Por supuesto el niño cuando crece repetirá muchos patrones aprendidos de su padre y tendrá muchas posibilidades de ser una padre pasivo, sobre todo si siempre se ha aceptado ese papel en la familia como algo normal.

Las expectativas respecto a tus hijos son extremadamente elevadas y el niño está cargado de responsabilidad




PADRE AUTORITARIO:
Vas a estar dictando muchas normas en la dinámica familiar. “Todo tiene una forma correcta de hacerse y si no se hace así, serás criticado y minusvalorado por incompetente”. Las normas deben cumplirse por encima de todo y no se admiten errores. Las expectativas respecto a tus hijos son extremadamente elevadas por ello cuando ocurre algún error (mala nota, peleas con amigos, etc) lo vas a vivir como una catástrofe, imputando al niño toda la responsabilidad y no dando lugar a explicaciones. Este tipo de padre tan controlador va a provocar en el niño el retraimiento por miedo a las consecuencias de sus conductas. Pocas veces va a expresar lo que piensa y va a ser un niño cohibido, con miedo de incumplir las normas. Por otro lado, el padre busca la aprobación de los demás a través de los hijos, es decir, “si mi hijo saca buenas notas, es aplicado y bueno, podré presumir de hijo delante de los demás” y así ser valorado por el grupo de referencia.
En la edad adulta y ya en la adolescencia estos niños probablemente tengan dificultades en la comunicación y en el compromiso, no se abren a nadie y sus sentimientos están guardados , han aprendido que hay que hacer lo que se espera de ellos y que sus intereses no son importantes, serán personas inseguras y muy rígidas al igual que lo fueron sus padres.

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